Panama merece ser uno de los mejores destinos del mundo para la observación de aves. Aunque Panamá no tiene la mayor cantidad de especies de aves (a pesar de que está clasificado en el top 25 con más de 970 especies) el istmo es más pequeño y más accesibles para las aves exóticas que la mayoría de los países que están por delante de nosotros en la lista.
Gracias a la diversidad geográfica de Panamá, con sus dos costas diferentes, Pacífico y Caribe, con un exuberante paisaje de selvas tropicales atravesadas por ríos que fluyen fuera de una divisoria continental de montañas, Panamá tiene una variedad única de hábitats donde se concentra muchos de los pájaros más bellos y algunos de los más raros del mundo.
La mayoría de los visitantes y residentes pronto descubren que la observación de aves es uno de los deleites que se puede experimentar en Panamá. Ya sea un observador de aves ávido o un observador informal de vacaciones, la mayoría de la gente no puede dejar de admirar la belleza y variedad de las numerosas aves que embellecen el entorno. Mientras que muchas especies son nativas de la región, un gran número de aves son migratorias, como muchos turistas y visitan el istmo desde Norte y Sur América.
Ya sea que se trate de un grupo de pelícanos, o una bandada de fragatas, amigos de los pescadores, flotando sobre las Islas de las Perlas, o un tucán solitario, con su pico arco iris, posado en una rama de la selva que bordea el Canal, o halcones de color blanco plateado volando sobre y a través de una bandada de golondrinas aleteando a lo largo de los acantilados por las montañas, o incluso los gallinazos, con sus feas cabezas descubiertas encaramados en las paredes del Mercado de Mariscos como centinelas, las aves son una parte integral de la experiencia de Panamá.
Playeros saltan a lo largo del borde de las olas, mientras que los bien llamados Gavilanes Camineros patrullan las vías secundarias del país. Mientras que el Águila Harpía, el ave nacional, está bien escondido en las selvas del Darién, las guacamayas rojas, azules y verdes brillantes se pueden ver volando a lo largo de la playa y del borde de la selva. Los jugadores de golf suelen encontrar nerviosos Teros Sureños en el campo, mientras que las Oropéndolas bajan repentinamente haciendo sus inusuales sonidos cuando van de vuelta a sus nidos notables en forma de bolsa que cuelgan de las ramas de un árbol solitario.
Así Panamá inspira a casi todo el mundo de convertirse en un observador casual de aves, pero el país también es una meca para los aficionados serios, cuyo principal objetivo es registrar tantas aves como sea posible. Los sectores central y occidental del país son ideales para la observación de aves. La zona oriental de Darién es salvaje, con pocas o ninguna instalaciones o caminos transitables. Los sitios de avistamiento del Águila Harpía son difíciles y sólo para los aventureros más ariesgados.
LA FUNDACION ANCON :
La Fundación ANCON (Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza) es una organización privada, sin fines de lucro dedicada a la conservación de la biodiversidad y los recursos naturales de Panamá. La Fundación ha establecido una serie de reservas de tierras protegidas en todo Panamá, incluyendo el Parque Nacional La Amistad (compartido con Costa Rica), el Parque Nacional Isla Coiba y el Parque Nacional Darién, la segunda área de tierra protegida más grande de América Central.
ANCON también participa en proyectos de de alcance comunitario para educar al público sobre el conservacionismo. También es sede de proyectos de reforestación, limpieza de playas y ríos, y gestiona una base de datos Biótica para su uso en estudios de impacto biológico.
Una de las zonas de observación de aves más rica del mundo, es también una de las más accesibles con un corto viaje en coche desde la capital. Más de 650 especies de aves residen en esta cuenca bordeada por bosques tropicales. Hay tres sitios que son recomendados: Canopy Tower and Lodge, Gamboa Rainforest Resort y The Rainforest Discovery Center de Panamá. Los tres se encuentran en el Parque Nacional Soberanía y el último, a lo largo del famoso Camino del Oleoducto, legendario entre los observadores de aves, donde hormigueros, mosqueros, momotos, tangaras, tucanes y trogones se encuentran por doquier. Este camino forma parte de un área donde se han establecido varios récords mundiales de conteo de aves en 24 horas.
Panamá occidental y las tierras altas de Chiriquí :
La provincia de Chiriquí, en las tierras altas del oeste de Panamá ofrece a los observadores de aves algunos de los avistamientos más deseados del mundo, incluyendo el Ave Sombrilla Cuellinuda, el Campanero Tricarunculado y por supuesto el Quetzal Resplandeciente, considerado una de las aves más bellas de América. Verde iridiscente, el quetzal macho tiene plumas en la cola, que a menudo alcanzan más de dos metros de longitud.
Mientras que se puede llegar a esta zona por la carretera Panamericana, una buena opción es tomar un vuelo de Air Panamá de 45 minutos desde la ciudad de Panamá a la ciudad de David, alquilar un coche y conducir por las montañas más altas del país, a las inmediaciones del Parque Internacional La Amistad o el Parque Nacional Volcán Barú.
Libros de las Aves de Panamá:
Existen dos muy buenas guías de campo para los observadores de aves en Panamá: “La Guía de las Aves de Panamá” por el Dr. Robert S. Ridgely y John A. Gwynne (ilustrador) y “The Birds of Panama: a Field Guide” (en inglés) del Dr. George R. Angehr y Robert Dean (ilustrador). Ambas guías cuentan con láminas ilustrativas e información de la distribución de las especies de aves que se han registrado en el país. Tanto “La Guía de las Aves de Panamá” como “The Birds of Panama: a Field Guide” están disponibles en la librería Corotu del Smithsonian situada en el Centro de Investigación y Conferencias Earl S. Tupper en la Avenida Roosevelt en Ancón
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